El Ciclo del Festín
- Junior Marquez
- 14 ago 2024
- 1 Min. de lectura
Temblando hacia el caos, la destrucción es la semilla para la creación.
Porque cuando no hay destrucción, no hay un abismo infinito del que una semilla pueda ser cosechada.
Regándola con autorrealización y creciendo cada vez más en la primavera.
Deja que las flores florezcan y muestren sus colores a cada individuo observador, con su propia perspectiva apreciando su belleza en el verano.
Cuando el observador se acostumbra a su belleza, el tiempo parece ralentizarse cada vez que es expuesto.
Tan vil, tan benigno, tal belleza ha enfurecido a los Dioses y cautivado la vista de otros. Corrompidas por su celos, las hojas se descomponen en otoño y cada hoja cae a su debido tiempo en la danza de Hades.
Cuando todas las hojas han caído, se celebra un gran festín en el inframundo.
Porque tal sacrificio divino solo se forjará en sufrimiento, donde el tiempo parece descansar en el invierno. Dando espacio para el nacimiento del hijo divino que ha sido cosechado en el caos.
Su nueva creación, el amor, una nueva semilla que crece más fuerte y más hermosa en la primavera, hasta que se celebre el próximo festín.
Escrito por el Sr. Marquez
03-05-2024
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By Jacob Van Swanenburg
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